lunes, 16 de julio de 2018

LA DELINCUENCIA




La palabra delincuente proviene del verbo latino 'delinquiere', que significa abandonar, apartarse del buen camino, alejarse del sendero señalado por la ley. En los últimos dos o tres años, la delincuencia ha aumentado de manera alarmante en el Perú. Este hecho se refleja en las recientes encuestas sobre lo que más teme la ciudadanía. Sus porcentajes evidencian que, para los peruanos, la inseguridad ciudadana es el principal problema que enfrentamos, seguido de la corrupción, el desempleo, la drogadicción y la pobreza extrema. 
En años anteriores, la ciudadanía temía sobre todo al terrorismo, que comenzó en 1980 y se prolongó hasta el 2000, en que fue capturado Abimael Guzmán. Hoy las cosas han cambiado. La población se siente insegura no solo cuando sale a la calle, sino cuando está en sus viviendas. Nadie puede sentirse libre frente a los actos delincuenciales, ni siquiera los bancos, que manejan un conjunto de medidas de seguridad coordinadas con la policía para eliminar riesgos que atenten contra la seguridad de sus clientes, patrimonio e instalaciones. Estos también son víctimas de bandas criminales organizadas, al igual que restaurantes, casinos, hoteles, centros comerciales, etc. La delincuencia no existe solo en Lima, sino también en todo el país.

Hay un hecho curioso que vale la pena mencionar. Algunas bandas delictivas usan granadas de guerra, explosivos, fusiles de asalto y armas automáticas que no están autorizadas para el uso de civiles, ni muchos menos para comercializarse. Ciertas informaciones periodísticas han dado a conocer que malos servidores policiales alquilan dichas armas a los malhechores. Esto, como es lógico, incrementa la alarma.   
Los delincuentes, en la mayoría de los casos, no actúan individualmente, sino en bandas que incluso se autotitulan con nombres como ‘los indeseables del zanjón’, ‘los capuchas negras’, ‘los intocables del norte’, etc.
Los delitos varían en menor y mayor cuantía. Por ejemplo, los llamados ‘marcas’ escogen sus víctimas entre la gente que realiza operaciones bancarias. Los extorsionadores hacen lo propio y también actúan contra los sindicatos de trabajadores. Los elementos más peligrosos son los sicarios, quienes asesinan por encargo, motivados por el afán de lucro y, generalmente, la cantidad que reciben a veces es hasta irrisoria. Incluso muchos menores de edad han sido utilizados como sicarios. Esto hace que los dueños de los más diversos negocios inviertan grandes sumas de dinero en seguridad para no ser víctimas de los delincuentes.  
De acuerdo con cifras del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), el Perú ha logrado un crecimiento económico sostenido que lo ha convertido en uno de los países de América Latina que más avanzó hacia el logro de los objetivos de desarrollo del milenio. Sin embargo, destacó que, a pesar de esos avances, es un país que mantiene una alta desigualdad económica, factor que influye en el aumento de la violencia y la delincuencia.
¿Qué debe hacerse para luchar contra esta plaga que azota a todo el país?  Menciono algunas de las fórmulas que se han sugerido para enfrentarla: mejorar la remuneración de los policías, aumentar su número, proporcionarles entrenamiento especial que les permita enfrentar la delincuencia con mayor éxito. Asimismo, agilizar y modificar la administración de justicia, luchando contra la corrupción en el Poder Judicial, elevar el nivel de la educación y aumentar empleo de la población.

Otras personas e instituciones sugieren invitar a asesores policiales colombianos, porque en ese país lograron disminuir la delincuencia y la violencia de una manera espectacular. Cabe recordar que, para obtener estos resultados, tanto el Estado Colombiano como la ayuda norteamericana les permitieron contar con ingentes sumas de dinero y tecnología de punta.  

Es doloroso contemplar que en el Perú se haya producido este alarmante aumento de la delincuencia, cosa que también ocurre en otros países de Iberoamérica. Estamos, pues, ante una problemática que se entrelaza con fenómenos de dimensión universal, como el narcotráfico, el terrorismo ideológico, la trata de personas, etc.
La delincuencia siempre ha existido en el mundo, pero sería triste consuelo aferrarnos a esta idea para no hacer todo lo posible por eliminarla de nuestro país.

PANORAMA ACTUAL




Según el último informe del Barómetro de las Américas 2017, nuestro país es la nación con las cifras más altas de inseguridad, superado solo por Venezuela, donde hoy se vive una grave crisis social. Por otro lado, para los encuestados, la delincuencia continúa siendo el problema más importante del país, seguida de la corrupción. Esta encuesta fue realizada entre febrero y abril de 2017.
El 33% de los encuestados peruanos respondió que, entre los delitos que más sufrió son hurto, robo y extorsión, en el último año. Mientras que el 40,5% de los venezolanos afirmó lo mismo. El 27,6% declaró que fue víctima de asalto con arma de fuego si agresión, mientras que un 13,4% afirmó haber sufrido robos en su casa.
Otro resultado resaltante, es que un 30,4% de las mujeres encuestadas asegura haber sido víctima de la delincuencia, ya que, según esta investigación, las mujeres tienen un promedio más alto que los hombres en la percepción de inseguridad, porque ellas temen no solo ser asaltadas sino también acosadas, agredidas y violadas.
Recordemos que, en los tres primeros meses del año, los pasajeros de un bus del Metropolitano, los usuarios de una estación del Metro de Lima y los clientes de una agencia del Banco de Crédito del Perú, de Lince, vivieron esta realidad cuando las instalaciones de estas instituciones fueron tomadas por asaltantes armados.


Este segundo puesto que tiene el Perú en victimización de la delincuencia en Latinoamérica no tiene relación directa alguna con la gravedad de los hechos. En nuestro país, según esta investigación, los delitos no son tan violentos, ya que la mayoría de los encuestados informó haber sido víctimas de actos delictivos donde no hubo agresión.
Por su parte, según el Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público, la mayoría de los peruanos que han sido afectados por un acto delincuencial se están en las zonas urbanas, sobre todo en Lima Metropolitana, con casi un 40%. Esto debido a que Lima tiene mucho más movimiento. Por esto también se deduce que, el 42,6% de los estudiantes y el 38,2% de los que buscan trabajo han sufrido robos.

CIFRAS EN EL PERÚ



La delincuencia es una de las preocupaciones más urgentes que enfrenta Perú. ​ Según cifras del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público cada 5 minutos se comete un delito y el 82 % de los peruanos se siente inseguro en las calles según el estudio del Instituto de Integración.
Perú ha experimentado cada vez más altos índices de criminalidad, especialmente en los grandes centros urbanos. El delito más común en el Perú es el robo agravado.
En el 2014, según la encuesta realizada por el Barómetro de las Américas, Perú lideró la mayor tasa de victimización por la delincuencia con 30% superando a Ecuador, Argentina y Venezuela. ​ En relación, se detalla que el principal tipo de delincuencia es el hurto o robo al paso (32%), robo con amenaza (19%), robo con arma (18%), robos de la casa (12%) y extorsión (8%).
En el Ranking de Competitividad en Viajes y Turismo evaluado por el Foro Económico Mundial, Perú se ubica en el puesto 117 de seguridad entre 141 países, dentro del rubro en lo referente a la fiabilidad de los servicios policiales esta en el puesto 135 mientras que los costos comerciales de la delincuencia en el 125.
En el 2014, según la encuesta realizada por el Barómetro de las Américas la inseguridad desplazó a la economía como el principal problema más importante en el Perú.
Las principales instituciones encargadas de combatir el crimen en el Perú son: la Policía Nacional, el Poder Judicial, el Ministerio del Interior y la Fiscales de la Nación.
Según el ministro del Interior, el 91% de detenidos por la Divincri son liberados.
Los problemas que enfrenta la policía son la falta de logística e infraestructura. Menos de la mitad de las comisarías cuentan con infraestructura adecuada y en buen estado según el I Censo Nacional de Comisarías 2012. La mitad de la policía labora en forma parcial bajo el sistema 24x24.

PAN DE CADA DÍA


Los peruanos son ahora víctimas de la delincuencia incluso en los lugares donde antes se sentían protegidos, por lo que la percepción de inseguridad ciudadana aumenta cada día. En los tres primeros meses del presente año, por ejemplo, los pasajeros de un bus del Metropolitano, los usuarios de una estación del Metro de Lima y los clientes de una agencia del Banco de Crédito del Perú, de Lince, vivieron esta realidad en carne propia cuando las instalaciones de esas instituciones fueron tomadas por asaltantes armados que, en minutos, lograron su objetivo.
La grave situación que se vive en las calles se refleja en la última edición del Barómetro de las Américas 2017, del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP).
Según esta investigación, el Perú se ubica en el segundo lugar del ránking de los países con la tasa más alta de víctimas de la delincuencia, superando solo a Venezuela donde hoy se vive una grave crisis social.
El 33% de los encuestados peruanos respondió que sufrió algún tipo de acto delictivo (hurto, robo, extorsión) en los últimos 12 meses; mientras que el 40,5% de venezolanos afirmó lo mismo. Esta situación negativa es una tendencia que se viene repitiendo.

"Desde las primeras encuestas, el Perú ha mostrado altos niveles de victimización por delincuencia, en términos comparados. En el 2017, le siguieron de cerca México y Ecuador en el tercer y cuarto lugar", manifestó Patricia Zárate, investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) que realizó la investigación en nuestro país con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Este puesto que nos sitúa segundos en victimización de la delincuencia en Latinoamérica no tiene, sin embargo, una relación directa con la gravedad de los hechos. En el Perú, según la investigación, los delitos no son tan violentos, ya que la mayoría de los encuestados reportó haber sido víctimas de actos delictivos donde no hubo agresión.



































El Barómetro de las Américas 2017 determinó que un 27,6% declaró haber sido víctima de un robo sin arma ni agresión y un 13,4% afirmó haber sufrido robos en su casa.
"Siempre nos preguntan cómo podemos estar por encima de países centroamericanos, como Guatemala u Honduras, donde existen pandillas y crímenes seguidos; no obstante, se debe precisar que en el Perú lo que prevalecen más son los hurtos. Eso incrementan los casos delictivos, lo que quiere decir que en nuestras calles la población es víctima del robo de carteras o el 'cogoteo' cuando camina, o del hurto de sus celulares y billeteras cuando viaja en el bus o en el auto con las ventanas abiertas", precisó la investigadora del estudio. La imagen más conocida es la de los ladrones que aprovechan el tráfico en las avenidas para cometer sus fechorías y huir.


HURTOS FRECUENTES
El alto número de personas que han sufrido hurtos según el Barómetro es similar al que presentó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) entre mayo y octubre del 2017. El asalto de celulares, dinero y carteras es el delito que más se comete, seguido de los casos de estafa.
Al respecto, representantes del Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público respondieron que las cifras del Barómetro muestran una tendencia en estos años.
"Tenemos un alto número de delitos en el país, sí, pero estos no son necesariamente violentos. En enero del 2018, para citar una cifra reciente, la Fiscalía reportó 19 mil 697 delitos, de los cuales 8 mil 382 fueron hurtos (42,5%); lo que quiere decir, por ejemplo, que hubo un atraco o un 'cogoteo' en las calles. Esto, claro, sin considerar los actos que no fueron denunciados en las comisarías'", dijeron los voceros del Ministerio Público.
Lo que sí resulta preocupante, según Patricia Zárate, es el crecimiento de la proporción de encuestados que respondió haber sido víctima de extorsiones en el Perú.
En la encuesta del 2014, solo un 7,5% aceptaba haber sido extorsionado, mientras que un 12,6% señaló lo mismo en el 2017, lo que representa un aumento de 5,1%. "Lo que se mantiene constante es la proporción que señala haber sido sujeto de un robo con arma, que fue 18% en el 2014 y 18,3% en el 2017", aseveró la investigadora del IEP.​
La mayoría de peruanos que ha sido víctima de un acto delincuencial se encuentra concentrada en las zonas urbanas, en particular en Lima Metropolitana (casi un 40%). "Esto se entiende debido a que la capital tiene mucho más movimiento. En horas punta, la gente llena los pasos peatonales, los vehículos congestionan las vías. Por eso también se observa que los estudiantes (42,6%) y los que buscan trabajo (38,2%) han sufrido robos", explicó Zárate.